Volcán de chocolate con corazón

por paco
Recetas Chocolate postres repostería

Hoy he preparado el volcán de chocolate con núcleo de café, tal como anuncié días atrás.

Los moldes son de silicona, resisten bien el calor, hasta trescientos grados y son más cómodos y ecológicos que los de aluminio, ya que se reutilizan muchas veces.


los moldes

ingredientes

preparación

moldes engrasados

primera fase cumplida

El proceso es similar al visto anteriormente, con las mismas proporciones, la única diferencia es la preparación de un núcleo de café y chocolate para colocarlo en el corazón del volcán.

He preparado dos cafés bastante fuertes y les he disuelto tres cucharadas de cacao puro, negro, con dos cucharadas de azúcar, ya que sin azúcar resultaba muy amargo, incluso para mí, que tomo el café sin azúcar. Pero es que el cacao lo amargaba muchísimo.

Esta preparación la he puesto en pequeños moldes de cubitera de hielo y los he dejado congelar para utilizarlos en el momento oportuno.

Entre tanto he seguido los pasos de la receta original que ya conocéis, con una novedad, he puesto un chorrito de ron a la masa de chocolate, creo, estoy seguro, que le dará un toque especial.

Una ver elaborada la masa y untados los moldes con mantequilla y cacao, he puesto una pequeña porción de chocolate en el fondo de los moldes, encima he colocado el núcleo congelado de café y chocolate y después he terminado de cubrir con el resto de la masa de chocolate. No hay fotos de esta fase porque los núcleos requieren un manipulado rápido para evitar que se ablanden. Además así dejo algo para la imaginación y os queda la curiosidad de cómo lo he resuelto.

El resto ya lo conocéis, guardado en el congelador hasta el día de su utilización. Para su consumo se hornea durante 13 minutos a 180º, en función de la fuerza del horno, se deja reposar dos minutos y se sirve caliente acompañado de helado.

Estos están destinados para una cena que le tengo prometida a una parte de la banda de mi hijo, la Sanfor Alligator Band. Era una promesa de hace bastante tiempo y uno de ellos, Carlos, me dijo recientemente que esperaba tener ocasión de cenar en mi casa antes de morirse. Espero que así sea.

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