Donde hay potencial se nota enseguida.
Luis Gómez es un joven cocinero con un buen bagaje, que ha abierto su local en Valencia. Concretamente en la calle Conde de Altea número 9, codeándose en muy pocos metros con muchos y muy buenos cocineros. A Luis lo conocí en el restaurante La Alquería El Brosquil. Allí me entusiasmó y sorprendió con su famoso tiramisú que publiqué en ojoalplato. Su trayectoria sigue siendo ascendente, eso lo he podido comprobar muy recientemente.
Su local es acogedor, no muy grande pero con una capacidad suficiente para ser bien atendido por dos personas en la sala, que realizan su trabajo con muy buena profesionalidad y entusiasmo.
La carta está muy bien pensada. No es extensa, lo cual permite suponer que la materia prima tiene una buena rotación y se mantiene fresca. Además dispone en las entradas de una sección de platos tradicionales y otra de platos más innovadores. Hay una buena oferta de arroces que tiene muy buena aceptación. Todas las mesas de mi alrededor pidieron arroz, tanto secos como melosos. El menú del mediodía de los días laborables cuesta once euros y está elaborado con platos de la carta.
La carta de vinos es corta pero bien escogida. Es un alivio ver que los nuevos restauradores son también entendidos en vinos y pueden ofrecer buenas referencias a precios muy competitivos. Para esta ocasión se eligió un vino joven de la Ribera del Duero, Sembro 2014. Me resultó muy satisfactorio, muy afrutado a pesar de su ligero paso por barrica. Precio en carta 12 euros.
El pan es bueno. Termina su horneado en el restaurante.
Un plato que tiene mucho éxito, con todo merecimiento, es este carpaccio de pez mantequilla, con pistacho y pipas de calabaza. Está bien concebido y resulta sabroso y apetecible.
La croqueta de escorpa y jengibre sorprende. Una croqueta crujiente externamente, hasta hacerse resistente a la partición, con un interior jugoso y tierno. Buena elaboración.
El tartar de salmón, foie y aguacate tiene una buena materia prima, pero llegó a la mesa desmoronado y con un exceso de aguacate para mi gusto. Creo que necesita una revisión conceptual, tal vez trozos mas pequeños que se amalgamen mejor, con una salsa más densa y más presencia del salmón, aunque haya que revisar el precio. Bueno pero mejorable.
Espectaculares las patatas guisadas con guijuelo, trufa y huevo en flor. Uno de los platos estrella de la carta, para mi gusto. Casi el mejor, sería difícil quedarme con uno solo, pero este tiene muchas posibilidades.
Después de las patatas el canelón de pato, foie y setas lo tenía difícil, pero quedó al mismo nivel que las patatas. Dos platos imprescindibles de la carta.
De postre una torrija de Baileys con helado de canela. Perfecta combinación, el helado le daba el toque tradicional a la torrija. Me trajo recuerdos de las de mi abuela, que las hacía sin Baileys desde luego.
Creo que estamos ante un cocinero que se va a forjar un lugar en la restauración de la ciudad en muy poco tiempo. Me parece que tiene unas ideas muy claras de lo que quiere y lo va a saber llevar a buen término. El listón en la ciudad, afortunadamente para nosotros, está muy alto pero Luis Gómez está preparándose para el podium.
El precio de esta comida fue de treinta euros por persona todo incluido.
Restaurante La Tòfona. Calle Conde de Altea 9. Valencia. Teléfono 960 03 28 31