Cata Pintia 2003

por paco
Toro Cata vino vino tinto
Bodegas Píntia, propiedad de la familia Álvarez, que también son propietarios de Vega Sicilia y Alión. D.O./Zona: Toro País: España Tipo de vino: Tinto con crianza Graduación 15º, casi nada. Varietales: Tinta de toro Crianza: 13 meses en un 70% de barricas de roble francés y un 30% de barricas de roble americano. Resto en botella hasta su comercialización en el año 2006 Añada: 2003 Precio aproximado: 26 euros Fecha cata: 12 de mayo de 2009 dsc_0026.jpg dsc_0028.jpg Destapo el vino y lo dejo abierto dos horas antes de empezar a catarlo para que se oxigene y se abra. Así los aromas se perciben mejor. Es de un color casi negro, con un ribete granate pero con matices de color ya tejas, lo que indica que ha empezado a evolucionar más rápido de los previsto. La capa es muy alta, no deja pasar ni la luz. La lágrima es abundante, densa y algo coloreada. Se ve limpio, pero no muy brillante. Ha formado poso. En la nariz es un vino muy potente, con un abanico muy extenso de aromas que prometen muchas satisfacciones. Es embriagador. A copa parada se aprecian aromas empireumáticos, como el cacao, los tostados de la madera y fruta pasificada. Al agitar la copa se aprecian aromas florales que recuerdan a la violeta, frutas negras como la mora y la ciruela pasa, vainilla y balsámicos, como el eucaliptus. Dejando reposar la copa y después de media hora aproximadamente, el vino ha evolucionado, ahora los empireumáticos se han intensificado, hay regaliz y café. La fruta se ha transformado en fruta compotada y el aroma se ha hecho mas elegante. En la boca también se hace notar como un vino vigoroso, aunque sus 15 grados apenas se notan, solo un pequeño toque de calidez en la mucosa producido por el alcohol. Es un vino muy sedoso, suave pero contundente, dejándose notar en la boca, tiene mucho peso. Es bastante secante, astringente, pero los taninos son muy maduros y dulces. Es un vino bastante equilibrado en el que solo despuntan un poco de astringencia y algo de calidez. Tiene una buena acidez y un final de boca largo, muy largo. El posgusto recuerda sutilmente a las pastillas juanolas. En ningún momento se percibe un aroma de pastillas juanolas, pero el aroma de regaliz y los balsámicos juntos, por vía retronasal, recuerdan el sabor de esas pastillitas. Un gran vino, que guardado en buenas condiciones evoluciona muy bien convirtiéndose en una joya. De familia le viene la casta.

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