
La idea que tenemos de este restaurante con el asunto de las reservas es que es complicado conseguir una mesa para comer en él, pero cual fue la sorpresa que nos llevamos mis hermanos y yo cuando decidimos quedar a cenar una noche de miércoles, ahí la cosa cambia, no hubo ningún problema, Ardacho es accesible si eliges un día que no sea de fin de semana. Resulta bastante obvio, pero había que decirlo.
Lo que es incuestionable es que ese tirón que tiene se lo debe a la buena oferta, una carta interesante y una buena ejecución en cocina, además de un equipo de sala muy eficiente. Por algo tienen tanta demanda, pero ya sabes, noche entre semana es más fácil.
No puedes dejar de pedir el pan hojaldrado con tomate y all i oli. Una maravilla

Como ya te he contado en varias ocasiones, si hay alcachofas toca pedirlas, como estas rellenas con duxelle de setas y jamón, romesco en la base y cubiertas con foie. Los ingredientes por separado ya los conoces, pues júntalos en una misma receta y tendrás algo especial.

¡Mira que pinta! La sepia bruta salteada con tirabeques y ajos tiernos, con vinagreta de anacardos y ají estaba espectacular, tierna y muy sabrosa. Además de bien acompañada con esa vinagreta tan original y esas verduras tan en su punto.

Ya sé que con este plato nos adelantamos a la Navidad, pero en aquel momento fue un antojo precoz. El canelón de carne de puchero con bechamel de trufa. Nos gustó mucho.

Para rematar compartimos un entrecot de vaca rubia gallega a la brasa con guarnición de patatas y pimientos de padrón. Carne excelente. A pesar de que habíamos cenado muy bien nos hubiera entrado perfectamente uno más.

Acabamos con un postre muy popular, la tarta de queso cremosa cubierta de crema de galleta Lotus

El vino elegido por unanimidad fue el Pétalos 2022, con un 92% de uva Mencía, 5% de otras variedades tintas y un 3% de variedades blancas, elaborado por la Bodega Descendientes de J. Palacios. Es un vino tinto en el que se aprecian los frutos rojos maduros junto a un toque de hierbas frescas y un matiz de regaliz. En boca se muestra seductor y firme, con un cuerpo que envuelve el paladar y una frescura que invita a prolongar cada sorbo. Delicioso.
Ya sabes cenar en Ardacho es más fácil en la noche de los miércoles y la calidad es la misma.