El pasado domingo hice una cena en casa con la familia para celebrar los 2 añitos de mi hijo César y mis 30 añitos. Al ser una cifra tan "redonda", decidí hacer una cena especial (no os acostumbréis los que asististeis a que sea así a partir de ahora). Como éramos muchos y no quería pasarme la velada en la cocina, sino disfrutar de mis invitados, decidí elaborar un menú que pudiera estar prácticamente preparado el día de antes y sólo tuviera que emplatar, gratinar, etc... vamos, poca cosa. El menú consistía en unos snacks al centro (papas, cacahuetes, aceitunas, etc...) ya que había niños, y una ensalada de brotes tiernos con ahumados, salmón y bacalao concretamente. El primer entrante individual fue un chupito de salmorejo con caramelo de berberecho a la manzanilla, maridado, como no, con una copa de manzanilla La Guita. Fresco y sencillo, ¡como se agradece en este tiempo! El segundo entrante individual fue un pastel suave de verduras, gratinado, con piñones y acompañado de salsa roquefort. Estaba muy bueno, pero la salsa roquefort quedó un poco fuerte de sabor. La próxima vez la haré más suave. Este plato iba maridado con un Enrique Mendoza Chardonay 2008. Esta bodega siempre gusta, o será que a mí me encanta, pero la verdad es que estaba muy bueno. El plato fue un solomillo de cerdo envuelto en bacon, queso de cabra y hojaldre. Sencillo, apetitoso y rápido. La verdad es que es un plato muy resultón. Se le pueden poner más cosas y hacer variaciones, pero eso ya va a gustos. Este plato lo acompañamos de un Pago del Vicario Penta 2005. Muy bueno también. El postre, indiscutible. Ya lo he hecho en otras ocasiones, pero es que siempre queda muy bueno. Brownie de chocolate, con salsa de chocolate caliente en el fondo del plato. Sin comentarios, hay que probarlo. Para terminar la tarta de cumpleaños. Como ya llevábamos el chocolate, escogí en la pastelería una tarta de queso con arándanos. Más suave y menos dulce para contrarrestar el postre. La verdad es que estaba suave y nada empalagosa. La acompañamos de un cava Dominio de la Vega, brut nature. La verdad es que fue una velada muy agradable. Veremos con que sorprendo a mis cuarenta... pero para eso hay que esperar 10 añitos sólo.